JOSE LUIS FERRANDO LADA
JOSE LUIS FERRANDO LADA
CRÓNICAS DE UN CIUDADANO
Reflexiones políticas, sociales y eclesiales
JOSE LUIS FERRANDO LADA
PROMOLIBRO-VALENCIA-2007
La educación para la ciudadanía es indisociable del compromiso ético y político con una comunidad concreta; José Luis Ferrando está comprometido con la sociedad valenciana y española y a ese compromiso nos invita constantemente en sus artículos. No es posible construir una sociedad para todos sin la participación de todos, desde la convicción y creencia de que los asuntos públicos nos/me atañen, nos/me afectan, y de ellos también soy/somos responsable/s. Una democracia de ciudadanas y ciudadanos sólo puede funcionar si la mayoría de sus miembros están convencidos de que su comunidad política es una empresa común de considerable trascendencia, y que la importancia de esta empresa es tan vital, que están dispuestos a participar en todo lo posible para que siga funcionando como una democracia. Sin la conciencia de que la construcción de la sociedad democrática es una tarea que no puede delegarse, las propuestas de participación ciudadana resultan ineficaces. Sin ciudadanos no hay ciudadanía, es decir, vida democrática.

Es evidente que vivimos en una sociedad fuertemente atomizada que vuelve la espalda indiferente a la suerte del otro. La competitividad y el afán de lucro (que da lugar a la corrupción, a veces) de la sociedad del 'consumo han postergado los valores de la solidaridad y la compasión como factores indispensables para una vida social con rostro humano. La alternativa a esta forma de vida debe llevar a la construcción de un muro de resistencia fundamentado en la ética del reconocimiento del otro, de la afirmación del otro. El choque producido por la epifanía de la miseria y el sufrimiento de muchos, excluidos o expulsados de la sociedad, es una exigencia que no consiente la moratoria. Es imprescindible articular una arquitectónica positiva de las mediaciones a favor del otro para reconstruir el sentido positivo y liberador de una nueva política. La sola crítica negativa de un sistema, necesaria y urgente, nos dejaría inermes para responder a las necesidades de los ciudadanos. Es necesario, por tanto, ir más allá de la persona informada, procurando personas que no sólo tomen conciencia crítica de las situaciones injustas, de las dinámicas sociales, económicas y políticas que las generan, de lo que está pasando, sino que son necesarias personas que desarrollen estrategias que les permitan reaccionar ante aquellas situaciones no como víctimas ni dependiendo de otros, sino como ciudadanos activos, con capacidad para dar respuesta a sus propios problemas y a los problemas de sus comunidades políticas.